Jueves, 16 de abril de 2015.

Nuestro grupo aún no tiene nombre, y eso no puede ser. Un grupo es una entidad propia, como una especie de superpersona, y merece tener un nombre. Cuando tengamos un nombre, éste ya no será un Grupo Taller cualquiera, sino el Taller del Grupo Fulanitx.

Nos toca, pues, elegir un nombre para nuestro grupo. Una técnica muy útil para alcanzar este objetivo es la tormenta de ideas o brainstorming. Quizás ya la conozcas, veamos cómo implementarla aquí en LOOMIO.

Se hace en dos fases. En la primera (lluvia o recolección de ideas) cada miembro del grupo tiene que aportar unos cuantos nombres (los que se le ocurran, al menos uno, pero pueden ser tres o cuatro, o más si tienes una fértil imaginación). De lo que se trata es de no autocensurarse, no bloquearse. Si vemos que no se nos ocurre nada, pongamos lo primero que se nos pase por la cabeza. No hay ideas tontas, porque una idea que no vale puede suscitarte a ti más tarde, o a otro —por asociación de ideas— otra idea que sí sea válida.

Por eso no hay que burlarse ni menospreciar ninguna aportación, porque cada idea puede formar parte de una cadena, de un proceso creativo que conduzca a un buen resultado. En todo caso, en esta primera fase no hay que preocuparse por la calidad, sino por la cantidad.

En una segunda fase, cuando tengamos una gran cantidad de ideas, cada cual seleccionará las tres que le parezcan mejores, y el nombre más votado será el nombre de nuestro grupo.

Las dos fases las vamos a implementar en la columna de la derecha, que es la columna de votaciones. La razón de utilizar esa columna es que así se controla mejor quién ha votado y quién falta por votar. Así que utilizaremos la columna de la izquierda para hablar (comentarios, discusiones, debates...) y la columna de la derecha para realizar las diversas técnicas, encuestas y ejercicios.