Democracia Participativa Directa

@carmenbernetegarci Tienes razón, el consenso es lo mejor. Pero el problema es que no siempre es fácil encontrar la manera de canalizar el mismo.

Cuando un grupo de personas se reúnen para tomar decisiones sobre algo, sueles encontrar diferentes posturas. Y generalmente es porque dichas personas tienen interpretaciones diferentes de la decisión a tomar.

Falta empatía en muchas ocasiones, en demasiadas ocasiones. Eso es lo primero que hay que trabajar en grupos pequeños si quieres llegar a realizar acuerdos bajo consenso, pero el problema es cuando la empatía está ausente... entonces, una de las maneras para llegar a acuerdos es la votación.

También un exceso de empatía puede ser negativo, hay que saber la posición de cada cual, y cual es el límite. Esto también es muy importante.

Actualmente, en mi colegio existe una nueva AMPA que funciona bajo la empatía. Y está llegando a muchos y mejores acuerdos, tanto con el Ayuntamiento como con el propio Colegio, y que no la anterior AMPA (que un lema entre ellos era que cuanto más lejos esté el AMPA de los profesores, mejor).

En cuanto a vinculantes... no importa el tamaño del grupo, siempre han de ser vinculantes. Un acuerdo es un acuerdo, y te ha de vincular en dicho acuerdo, sea con votaciones o bajo consenso.

Las grandes consultas, que afectan a todo un país o a toda una comunidad o región: Para mi, lo ideal sería bajo consenso, pero entonces la naturaleza humana propia de cada cual puede malinterpretar o manipular dicho consenso. Las votaciones suelen permitir ser más objetivas y por tanto dificultar las interpretaciones. Las cuales, solo llevan a más problemas.

Eso si, las consultas han de ser muy claras y concisas. No como las de la OTAN y la de la Constitución que se hicieron en su día, años ha.

Juan José, creo que tu experiencia en el colegio es muy enriquecedora de cara a movilizar a la sociedad civil. Conoces la psicología colectiva y los conflictos que se generan en la toma de decisiones. Tu opinión es importante para este grupo.

En efecto, hay gente que le molesta que le consulten, que lo interpreta como un signo de debilidad de alguien que no sabe tomar la decisión, o que fue elegido supuestamente para tomar decisiones. Les gusta delegar y que no le molesten. Y por contra están los que quieren ser consultados para todo. Es complejo.

Tal vez el camino sea buscar un consenso entre todos, hasta reducir la decisión a pocas alternativas. Y entonces hacer la votación. El que no quiera participar en esto podría mantenerse al margen o bien delegar en otra persona que sea de su confianza, para que vote en su nombre. Esa persona podría ser el representante elegido, un experto en el tema o un miembro cualquiera de la comunidad.

Así, los que buscan democracia representativa tienen esa opción, y los que prefieren democracia participativa también la tienen.

Es una idea.

Hola @rafaelmartin .

Cierto, es el principio del Asociacionismo. Una Asociación (del tipo que sea) debería de funcionar así, pues ese es su espíritu.

El problema es la conciencia, tomar conciencia de cual es el "papel" de cada uno de los intervinientes que buscan el consenso, de cual es el límite, de cual es su función de ese momento.

Las leyes, en general, no son más que normas. Normas forzadas que regulan el papel de cada uno de los miembros que intervienen en procesos decisorios. Existen, para que cada uno se incluya en dicho papel, y si te lo saltas, tienes todas las de perder.

Existe también una ética y que va asociada al papel que uno está dispuesto a desempeñar, pero que no se encuentran marcadas dentro de las leyes (normas).

Mi opinión, es que si uno decide, por ejemplo, y por poner algo más mundano, pertenecer a la Comisión de Obras de tu Comunidad de Vecinos, es enterarse de cuales son tus responsabilidades, legales o no, y también las responsabilidades éticas ante tu Comunidad de Vecinos. Y posteriormente, sabiendo el marco u horquilla en que te puedes mover, empezar a realizar la tarea en dicha Comisión.

Así todo es más fácil, más fácil para toda la Comunidad de Vecinos y que por extensión también beneficia a uno mismo.

Sin duda la democracia no es un estado sino un proceso. Una meta a la que llegar, y en ese recorrido vamos fijándonos objetivos mas o menos ambiciosos en la medida (creo yo) en que cada quien cree en el sistema, tiene conciencia del conjunto de la ciudadanía del que forma parte y se preocupa por hacer suyos los problemas de los demás. Yo creo que como iniciativa política Podemos ha sabido entender en esto una oportunidad, y estamos formando parte de un Proceso de capacitación y empoderamiento ciudadano sin precendentes desde los tiempos de la República española. Yo creo que no hay mayor límite que el que nos queramos poner (quienes están abajo no participando y quienes están arriba no dejando intervenir). Pero es bello pensar que podemos llegar a tomar parte de todo lo que se decide en nuestra casa-país...a mi me emociona.

Unos apuntes sobre democracia participativa se pueden encontrar en esta entrevista al Exdirigente de Podemos Juan Carlos Monedero.
Monedero: “La moderación puede desarmar a Podemos”
"Me siento desencadenado y creo que Pablo [Iglesias] me tiene cierta envidia", dice el cofundador de Podemos, de cuya dirección dimitió hace dos semanas
http://politica.elpais.com/politica/2015/05/13/actualidad/1431542849_596646.html

Esperemos qué Pablo, conenvidia o sin ella...no le de por plantarnos à todos...dicho desde el aprecio al señor Monedero...qué se lo tengo y mucho...pero qué está un pico resentido y le auguro una vuelta à la primera linea antes de 6 meses

Desde mi punto de vista, tras las elecciones municipales y autonómicas, Podemos está obligado a cambiar de estrategia, no le queda otra si quiere caminar hacia un cambio de país. Con la estrategia actual no hacemos ni cosquillas al sistema. Demos de sumar más efectivos de forma generosa y sin aferramiento a siglas. Hay que trabajar por un proceso amplio y abierto de unidad ciudadana y popular.

Opino lo mismo @javiercasoiglesias .

Yo también pienso como Javier. En las ciudades donde se ha realizado la confluencia es donde se aprecia la mayor pluralidad y carácter democrático. Por ejemplo en Madrid o en Barcelona. La marca Podemos ya no es tan buena como al principio, porque los medios no paran de hacer un trabajo de desprestigio. Por tanto es hora de abandonar marcas y personalismos, y decir que somos el pueblo quienes pedimos la palabra: no con un escaño, sino al ser posible con todos los escaños.