No sabemos ilusionarnos

¡Sí, por favor!
No sé cómo expresar la mezcla de ilusión y desilusión que PODEMOS me está aportando.
Es la ocasión de generar un nuevo proceso histórico y hay que que conseguirlo. Por nuestro bien y de las futuras generaciones.
Dices que es el caracter español. Yo creo que es condición humana. Pero como humanos somos capaces de lo mejor y lo peor.
Apelo a las buenas intenciones, a lo bueno que llevamos dentro, a lo mejor que sepamos hacer.
A pedir perdon y a perdonar.
Aquí es donde la generosidad tiene un papel muy importante.
A trabajar, con fuerza, por lo que nos importa.
A conocernos a nosotros mismos y saber qué podemos aportar.
A sumar y a no restar.
¡Sí quiero cambiar el final!

Por supuesto que si, como se dijo el martes venimos quemados de otros asuntos políticos anteriores, y los recelos a que esto se repita son legítimos.
El mar a veces se enfurece, y creemos que lanzando peso al agua flotaremos mas tiempo, cuando en realidad lo que hacemos es desestabilizar la flotabilidad del barco. Entiendo que a veces las personas no nos expresemos bien, y que eso haga saltar la chispa, yo por mi parte estoy dispuesto a poner todo mi esfuerzo, mientras mis fuerzas me lo permitan, no por mi, porque quiero algo mejor para mi hija, si, puede sonar egoísta, pero quien no lo es por los suyos.
Quiero que tenga un futuro, un trabajo, una vivienda, que los bancos no la puedan embargar, que no tenga pobreza energética, que no tenga que buscar comida en los contenedores, que no sea esclava de una empresa, que la obligue a trabajar 24 horas y que encima tenga que pagar al empresario.

Juanjo, qué mejor motivo para luchar??

Juanjo por Sara y por todos: VAMOS A CAMBIAR ESE FINAL!

Felicidades a los tres por vuestros escritos. Gracias. cada uno de vosotros. Vuestras palabras me son muy familiares. Por un lado el deseo de dejar un futuro mejor a mis hijos y a la sociedad en general. Por otro la ilusión de creer en un proyecto que me haga pensar que con esfuerzo y tesón aún es posible el cambio y por otro los nubarrones que aparecen en el cielo de vez en cuando.
CArmen estoy igual que tu. La mezcla de ilusión y desilusión es imposible de definir y la vorágine en la que me situa a veces me insta a dejarlo todo...
Creo que no debo dejarlo como muy bien dice Juanjo por mi , por mis hijos, por todos...
Rafael creo que la desconfianza nace de los mediocres que temen que la ilusión y las ganas de trabajar de los demás eclipsen su ya de por si oscura identidad. Es dificil luchar contra esa gente y no caer en la desesperación pero la sociedad está compuesta de toda clase de personas. Así es que con todas nos hemos de entender si queremos ese cambio. No esperemos el perdón de nadie CArmen. Vuelvo a decir que las personas ocuras no lo pediran jamás pero la única forma de ilusioanrnos es sabiendo ejercerlo nosotros mismos. La generosidad de la que hablas, la transparencia en lo que pensamos y decimos, la confianza y madurez de plantear los conflictos en una mesa, en una reunión y no ir soltando veneno a las espaldas de nadie. Eso es importante pero creo que , a veces, utópico si queremos que sea generalizado. Es humano enfadarse y , a veces , perder los papeles. Si lo entendemos asi , si entendemos que nadie es perfecto y que alguna que otra vez lanzamos al agua peso también veremos que es cierto que desestabilizamos pero también nos libramos de cosas innecesarias.Creo que el secreto es tirar ese peso asumiendo y dando la cara, explicando el porqué se ha hecho i retractandose si es necesario. Tirar elpeso al agua a escondidas y después amenazar o acusar a la tripulación de haber hecho lo mismo en algún momento no es la actitud. La actitud es la que planteais. sumar, , conocernos, aceptarnos, trabajar y asumir las responsabilidades que acarrean nuestros actos...

Quítate los nubarrones Ana y busca el sol. Sabiduría popular que es muy sabia: Haz bien y no mires a quien. Esto no se para y el final lo escribimos nosotros, las personas.