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CULTURA Y EDUCACIÓN. ¿Deben ir de la mano en los planteamientos políticos?

RFP Rosa Franco Pelegrín Public Seen by 26

CULTURA Y EDUCACIÓN.
¿Deben ir de la mano en los planteamientos políticos?

CULTURA es un término que tiene muchos significados interrelacionados. Kroeber y Kluckhohn compilaron una lista de 164 definiciones de “cultura” en "Cultura: Una reseña crítica de conceptos y definiciones".
Pero en el uso cotidiano, la palabra “cultura” se emplea para dos conceptos diferentes:
Como excelencia en el gusto por las bellas artes y las humanidades, también conocida como Esta segunda acepción de Cultura, justifica la estrecha relación con la Educación en los planteamientos políticos; de modo que la Educación sirva para los principios que alta cultura.
Y como conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social, incluyendo los medios materiales que usan sus miembros para comunicarse entre sí y resolver sus necesidades de todo tipo.

pretende de formar a personas y a una sociedad responsable, autónoma, participativa, crítica y con criterio.

Para que la educación cobre sentido en quienes la reciben, debe ser una educación contextualizada en la sociedad de hoy, en su cultura, pasada, presente y como hacedora activa de la cultura futura.

Una educación que recoja los saberes, las creencias, comportamientos de la sociedad, entendiendo y analizando críticamente su proceso histórico. Por qué somos a nivel personal y social como somos, sentimos y actuamos. Revisando los arquetipos que dirigen nuestro pensamiento, conformados a lo largo de nuestra experiencia histórica como grupos humanos en constante evolución.

Pero también una educación que enseñe a planear individualmente y en grupo, por encima de la propia cultura. Cuestionando sus verdades, comparando con otras culturas. Aprendiendo así a relativizar, evitando posturas obstinadas que llevan a la sin razón y al enconamiento.

Educar en actitudes, considerando la flexibilidad, la apertura, el cuestionamiento, la adaptabilidad, la creatividad,... como fortalezas. Educar en procesos de producción y construcción continua, recreando y creando la Cultura.

Adoptar estas actitudes a través del aprendizaje y práctica de hábitos personales y grupales, es labor fundamental de la Educación.

Es por eso que la educación de las personas debe centrarse en aprehender la propia cultura, pero con una visión de comprensión, análisis, crítica y creatividad y protagonismo en su construcción,

Otra cuestión importante será la rentabilidad social de la acción cultural. La rentabilidad social de los proyectos culturales, en todas sus formas posibles, gracias a la confluencia y contextualización del diseño de procesos de aprendizaje.

Es evidente entonces, la necesidad de planteamientos comunes en las políticas culturales y educativas. Mientras ambas políticas se diseñen de espaldas, la cultura no será percibida como parte del desarrollo personal y social de los educandos. En educación, los conocimientos, al no estar contextualizados, al no poder ser experimentados, sólo favorecerán la memorización de conceptos, teorías, técnicas, valores, que son asumidos, pero que pierden su sentido profundo.
Para planificar una educación coherente, hay que saber qué tipo de personas queremos que construyan la sociedad, depende de los valores con los que pretendamos que la realidad futura se construya: libertad, conciencia, autonomía, consenso, creatividad,....
Preparar a la ciudadanía desde su más tierna infancia, no a asumir verdades heredadas sin más, sino a ser conscientes, a trabajar su conciencia, a valorar la diversidad de pensamiento como enriquecedora de un sistema (siempre superior a la simple suma de sus aportadores).
A planificar y liderar procesos personales y grupales de desarrollo, a autoevaluarse responsablemente, a reconocer el "error" como un modo de analizar qué razonamientos personales o grupales han llevado a esa conclusión.
Todas las posturas manifiestan alguna necesidad, experiencia, intención, que deban de ser expresadas, interpretadas y tenidas en cuenta. Evitar por tanto estigmatizar el error. Son caminos explorados de forma distinta. El respeto y la comprensión de todas las aportaciones, hará ciudadanos que valoren la riqueza de la diversidad, sin miedo a exponer su punto de vista, pero con criterio madurado.
Una política cultural-educativa que tenga en cuenta a los niños en la dimensión de su desarrollo, tanto de autoconocimiento, de exploración personal a través del conocimiento de su cultura. Percibirse como parte activa de su sociedad y cultura. Todo ello hará personas coherentes y eso es la base necesaria para evitar el miedo personal, social, generando así una sociedad responsable y FELIZ; teniendo en cuenta que FELICIDAD, bajo mi punto de vista es la coherencia entre lo que se siente, se piensa, se dice y se hace. La utilización de todas estas habilidades, formaría a una ciudadanía sin miedo a la incertidumbre, capaz de diseñar su futuro. Ya que la puesta en práctica de la ciudadanía, la ejercerían desde niños.
Rosa Franco