Casinos Financieros Parte II. De la necesidad real de financiación.

        Es evidente que la economía especulativa, aquélla que NO basa su rentabilidad en la creación de riqueza orientada a aumentar el bienestar de las personas, sino que lo hace a costa de mercadear con dinero, necesita de la demanda de financiación de personas, empresas y Estado. Pero, ¿en qué medida es realmente necesaria dicha financiación?

       La financiación parte de la necesidad de disfrutar de algo (producto o servicio) en el momento actual, pagado con el dinero que se supone ganaremos en el futuro. Dicho futuro es tanto mayor cuanto más extenso sea el plazo de financiación; y por tanto, el riesgo de que erremos en el cálculo de si podremos pagar el capital financiado es mayor cuanto más amplio sea dicho plazo.

      Pero si nos paramos a pensar; de los préstamos que hemos solicitado a lo largo de nuestras vidas, ¿cuántos se corresponderían con necesidades inciertas que responden más a impulsos consumistas que a necesidades reales de ese momento? ¿ De cuántos productos o servicios no hubiéramos disfrutado en ese momento sino en otro futuro de no haber tenido esa "facilidad" para financiarlo? ¿Realmente nuestro bienestar se hubiera visto afectado por no haber realizado la operación en ese momento?

       Imaginaros cuánto negocio especulativo seríamos capaces de abortar si consiguiéramos reducir el período existente entre el momento en que queremos disfrutar de algo y el momento en que podemos hacerlo porque nuestro poder adquisitivo nos lo permite. Pero claro, para eso hay que luchar contra el marketing, tanto de la economía real, como de la especulativa. ¿Sabríais decirme quién contribuye también a este marketing especulativo?. Sí, efectivamente, nuestros dirigentes políticos que una y otra vez, casi a coro, reiteran que la solución a nuestros problemas es el "aumento del consumo interno", poniendo como excusa el "sagrado crecimiento del PIB"; les da igual de qué tipo sea ese consumo y ese crecimiento. Les importa poco que sea a partir de generar una burbuja más; su corto-placismo electoralista así se lo  indica. Desgraciadamente, se lo he oído decir incluso a los dos líderes de sendos partidos emergentes, que la verdad, en cuanto a iniciativas creativas, "cero patatero"; así no se cambia el sistema, sólo los ocupantes de algunas poltronas.

      Pongamos un ejemplo claro, sencillo y que además ha sido el motivo fundamental de la situación actual de nuestra economía y por ende, de nuestra sociedad. La burbuja inmobiliaria no hubiera sido posible sin esa facilidad de financiación hipotecaria que ofrecieron los bancos. Una facilidad que aumentaba con la burbuja, ya que si en el inicio de la misma financiaban un 80% de un valor pongamos que bien calculado de la vivienda, con unos plazos que rondaban los 15 años, justo antes de que estallara la burbuja financiaban el 120% de un valor de la vivienda "inflado" y con plazos que superaban incluso los 50 años. ¿Alguien es capaz de calcular el riesgo de impago a 50 años vista? Los encargados de calcular los riesgos dentro de las entidades bancarias miraban para otro lado, pero lo hacían porque sus directores así se lo ordenaban. Mientras tanto los gobiernos de turno disfrutando de la bonanza que para las arcas del Estado suponía la recaudación derivada de la falacia mejor contada de la historia. Por qué preocuparse; llegado el momento, papá Estado sí intervendría; para rescatar al sistema financiero por lo bien que lo había hecho; pero eso sí, con nuestro dinero, por supuesto.

                        Antonio Calvo Búrdalo
                        Ingeniero Telcomunicación. Executive MBA