Loomio
Thu 18 Dec 2014 2:33PM

ZONA LITERARIA ALTERNATIVA

LAS Luis A Secas Public Seen by 51

Al margen de toda la disputa sana dentro de nuestro aun pequeño círculo me gustaría crear un espacio donde poder expresar con otras palabras y de forma amena los sentimientos.
El ser humano no está hecho de un solo carácter, somos criaturas que tenemos una vida, una familia, unos padres e hijos. Sé que entre nosotros tenemos grandes pensadores, ideólogos, incluso poetas y genios literarios que pueden trasmitir ideas, pensamientos, incluso momentos ya pasados de la vida que nos pueden ayudar a crecer en la idea de crear tejido social llegando desde el arte, la artesanía, la música o la literatura a las personas.

LAS

Luis A Secas Thu 18 Dec 2014 2:41PM

Me gustaria empezar con este relato. es de hace ya unos años. Cuando piensas que el amor lo puede todo.
se titula La Puerta:

Las mañanas de niebla siempre tienen un atractivo muy especial
Es como si todo estuviera tapado por un velo, como si una cortina lo tapara todo y hubiera que adivinar lo que ocurre alrededor.
De pronto las cosas cambian como de sitio y parece como si todos los objetos que hay a nuestro alrededor se movieran caprichosamente de un lado a otro. Es como si todo volviera a tomar forma pero de manera distinta.
Caminaba una mañana absorto en mis problemas y como siempre con prisa, la niebla apenas dejaba ver mas cerca de dos metros y yo apenas siquiera me había fijado en ello.
Cruce monótonamente los semáforos y atravesé las calles sin dejar de dar vueltas a mi cabeza, cuando de repente me vi en un lugar que no reconocía. Era como si hubiera entrado por una puerta extraña y hubiera aparecido allí.
De pronto la ciudad parecía haber cambiado las farolas ya casi apagadas tenían otro tono de luz muy distinto al que estaba acostumbrado y misteriosamente ya no se oía el ruido del trafico, el suelo era distinto al de siempre y el bullicio de la ciudad ya no pertenecía a mi tiempo. Se oían pasar coches de caballos y los cascos sonaban en el suelo dando mil golpes.
Asombrado pude ver un espectáculo imposible en mi tiempo, sin duda estaba en otra época, en otra dimensión y en otro mundo.

Tarde varios días en acostumbrarme a este mundo y afortunadamente mis conocimientos de economía fueron suficientes para ganarme la confianza de un banquero que después de ponerme a prueba durante un tiempo, me confió la mayor parte de su trabajo pasando a ser su hombre de confianza.
Al principio me costo adaptarme a la lentitud del transporte, pero en cuanto pude me compre un espléndido caballo con el que en las tardes de ocio paseaba por los campos. Solía subir por la ladera del norte e iba hacia los valles siempre verdes que bajaban hacia el mar. Ese paisaje me embelesaba y quedaba absorto mirando el paisaje, el verde se fundía con el azul del mar y los atardeceres serenaban mi espíritu y me hacían olvidar lo poco que añoraba de mi mundo.
Alquile un pequeño estudio en una buhardilla de la calle mayor y pasaba las noches de invierno sumergido en las apasionantes historias de los libros de la extensa biblioteca que ya había en la casa antes de que yo la ocupara. Eran noches de verdadero placer leyendo a la luz de la lámpara de queroseno y al calor de la lumbre.
Una noche ya muy entrada aporrearon la puerta de la calle, me asome por el balcón y pude ver que una mujer suplicaba ayuda. Tire de la cuerda sin dudar y abri el portal, la espere en el rellano y la hice subir a mi hogar. Temblaba de frío, estaba pálida y tosía se había mojado con la lluvia y su ropa parecía cara.
Me pidió por favor que cerrara la puerta y la acerque al fuego, fui a la cocina a prepararle una taza de café y a la vuelta descubrí que estaba caída en el suelo. Tome su pulso, era muy débil, la cogí en brazos y la metí en mi cama. Estuvo varios días medio inconsciente y con grandes fiebres. Antes hice venir al doctor y este me confirmo que estaba enferma de tuberculosis, me recomendó llevarla al hospital de tísicos, pero yo sabia que el paso mas seguro era la muerte, por lo que decidí cuidarla.
Pase noches de vela y ella poco a poco fue recobrando la salud.
Días mas tardes me contó de su vida, de cómo de pequeña su padre la entrego a un burdel a cambio de que su dinero fuera a parar a manos de su padre. Tendría como no más de 20 años y su cara seguía manteniendo la inocencia de la infancia pero también la dureza de miles de cuerpos pasados por sus carnes. Pero lo que mas me encendía era su candidez, la candidez de quien jamás a amado y ha jugado con el amor sin llegar a usarlo en su esplendor.
Llegue a enamorarme de ella con pasión y mi amor fue correspondido con sus miradas de complicidad hacia mí. No hicimos el amor hasta que yo no estuve seguro de que estaba restablecida. Me llevo por mares de placer que jamás pensé que allí estuvieran y nos amamos y la quise como a una criatura a la que hay que cuidar y amar.
Una tarde salió, tardo en volver. Llego muy tarde y muy enferma, la cuide durante muchos días pero no mejoraba, entonces una idea se hizo en mi mente. Llevarla a mi tiempo, buscar la puerta de mi mundo y salvarla de una muerte que era casi segura.
Volví al sitio donde aparecí y busque ciegamente el camino de entrada, antes jamás había tenido ganas. De pronto la niebla se levanto, yo la llevaba en brazos y como si en un segundo se tratara empezó a escuchar los coches él trafico y el bullicio de la gente. Estaba en la gran vía de Madrid en plena tarde de sábado vestido como del siglo 19 con una mujer enferma en mis brazos. La lleve a mi casa y le pedí al portero que avisara a un medico.
Sano al cabo de varios meses, sano por completo. Y ahora saltamos de un mundo a otro según nuestro antojo, vivimos en dos mundos y paseamos a caballo por los valles o subimos en barca en el retiro los domingos.
Soy feliz a su lado y ella aunque no lo dice lo dibuja en sus labios.

Es pequeña como una flor
Delicada y de olor dulce
Bella de día
Y apasionada en las noches
Blanca de piel
Verde de mirada
Y rosa sus labios
Sus pechos no muy grandes
Pero hermosos
Su voz como música en mis oídos
Y su vientre como fuego
Fuego que enciende mi deseo
Es pequeña
Es mi pequeño amor
Es vida
mi razón
La quiero

DU

Oscar Velay Thu 18 Dec 2014 3:06PM

Me encanta Luis eres un crack, tanto por la idea como por el cuento, apoyo con una pequeña poesía se titula Ahí viene:

El sol se muestra
el viento rachea de este a oeste
la hierba danza

no tengo mucho tiempo
detrás viene la ciudad
engullendo todo.

FP

Francisco Prieto Thu 18 Dec 2014 6:14PM

Hola a tod@s,

Me parece una idea estupenda, enhorabuena Luis.
Con todo el respeto, me atrevo a parafrasear a Bécquer:

¿Qué es podemos?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es podemos? ¿Y tú me lo preguntas?
podemos... eres tú.

Saludos a tod@s.

DU

Dele Ulises Thu 18 Dec 2014 7:39PM

Genial Luisete, buena propuesta para "desentumecer" sensibilidades y traer luz.
Enhorabuena por todas las aportaciones.
Ahí os dejo un microcuento de mi cosecha:

"En lo alto de la colina la torre del castillo que antaño alardeaba se venía abajo. En su interior el bello durmiente era lentamente cubierto por la vegetación. Lejos, la princesa en sus labores, ordenaba el mundo"

LAS

Luis A Secas Thu 18 Dec 2014 7:56PM

De León Felipe
Que lástima:

¡Qué lástima
que yo no pueda cantar a la usanza
de este tiempo lo mismo que los poetas que hoy cantan!
¡Qué lástima
que yo no pueda entonar con una voz engolada
esas brillantes romanzas
a las glorias de la patria!
¡Qué lástima
que yo no tenga una patria!
Sé que la historia es la misma, la misma siempre, que pasa
desde una tierra a otra tierra, desde una raza
a otra raza,
como pasan
esas tormentas de estío desde esta a aquella comarca.
¡Qué lástima
que yo no tenga comarca,
patria chica, tierra provinciana!
Debí nacer en la entraña
de la estepa castellana
y fui a nacer en un pueblo del que no recuerdo nada;
pasé los días azules de mi infancia en Salamanca,
y mi juventud, una juventud sombría, en la Montaña.
Después... ya no he vuelto a echar el ancla,
y ninguna de estas tierras me levanta
ni me exalta
para poder cantar siempre en la misma tonada
al mismo río que pasa
rodando las mismas aguas,
al mismo cielo, al mismo campo y en la misma casa.
¡Qué lástima
que yo no tenga una casa!
Una casa solariega y blasonada,
una casa
en que guardara,
a más de otras cosas raras,
un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada
(que me contaran
viejas historias domésticas como a Francis Jammes y a Ayala)
y el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla.
¡Qué lástima
que yo no tenga un abuelo que ganara
una batalla,
retratado con una mano cruzada
en el pecho, y la otra en el puño de la espada!
Y, ¡qué lástima
que yo no tenga siquiera una espada!
Porque..., ¿Qué voy a cantar si no tengo ni una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón viejo de cuero, ni una mesa, ni una espada?
¡Qué voy a cantar si soy un paria
que apenas tiene una capa!

Sin embargo...
en esta tierra de España
y en un pueblo de la Alcarria
hay una casa
en la que estoy de posada
y donde tengo, prestadas,
una mesa de pino y una silla de paja.
Un libro tengo también. Y todo mi ajuar se halla
en una sala
muy amplia
y muy blanca
que está en la parte más baja
y más fresca de la casa.
Tiene una luz muy clara
esta sala
tan amplia
y tan blanca...
Una luz muy clara
que entra por una ventana
que da a una calle muy ancha.
Y a la luz de esta ventana
vengo todas las mañanas.
Aquí me siento sobre mi silla de paja
y venzo las horas largas
leyendo en mi libro y viendo cómo pasa
la gente a través de la ventana.
Cosas de poca importancia
parecen un libro y el cristal de una ventana
en un pueblo de la Alcarria,
y, sin embargo, le basta
para sentir todo el ritmo de la vida a mi alma.
Que todo el ritmo del mundo por estos cristales pasa
cuando pasan
ese pastor que va detrás de las cabras
con una enorme cayada,
esa mujer agobiada
con una carga
de leña en la espalda,
esos mendigos que vienen arrastrando sus miserias, de Pastrana,
y esa niña que va a la escuela de tan mala gana.
¡Oh, esa niña! Hace un alto en mi ventana
siempre y se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
¡Qué gracia
tiene su cara
en el cristal aplastada
con la barbilla sumida y la naricilla chata!
Yo me río mucho mirándola
y la digo que es una niña muy guapa...
Ella entonces me llama
¡tonto!, y se marcha.
¡Pobre niña! Ya no pasa
por esta calle tan ancha
caminando hacia la escuela de muy mala gana,
ni se para
en mi ventana,
ni se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
Que un día se puso mala,
muy mala,
y otro día doblaron por ella a muerto las campanas.

Y en una tarde muy clara,
por esta calle tan ancha,
al través de la ventana,
vi cómo se la llevaban
en una caja
muy blanca...
En una caja
muy blanca
que tenía un cristalito en la tapa.
Por aquel cristal se la veía la cara
lo mismo que cuando estaba
pegadita al cristal de mi ventana...
Al cristal de esta ventana
que ahora me recuerda siempre el cristalito de aquella caja
tan blanca.
Todo el ritmo de la vida pasa
por el cristal de mi ventana...
¡Y la muerte también pasa!

¡Qué lástima
que no pudiendo cantar otras hazañas,
porque no tengo una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón de viejo cuero, ni una mesa, ni una espada,
y soy un paria
que apenas tiene una capa...
venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!

Lee todo en: QUÉ LÁSTIMA - Poemas de León Felipe http://www.poemas-del-alma.com/leon-felipe-que-lastima.htm#ixzz3MHUBW0Pp

DU

Ricardo Marcos Hernández Mateo Thu 18 Dec 2014 8:46PM

El general vive, el dictador muere.
Muerte que se negocia entre Dios y el Diablo.

El cielo no será su paraíso
Los ángeles de Lonquén y el Estadio Chile
lo esperan sin alas, ni aureola sino con la espada de la verdad.
Las llamas no serán su purgatorio;

LAS

Luis A Secas Thu 18 Dec 2014 10:59PM

Dele, quiero conocer más cuentos breves.
Oscar, se que tienes mucho que aportar.
Fran, saca tu vena literaria.
Richie, de quien es la cita?
Pako, este espacio te está esperando.
A todos los demás compañeros demostremos la parte sensible que seguro que nos une un poco más....

DU

Ricardo Marcos Hernández Mateo Fri 19 Dec 2014 7:09AM

@luisgarcia la cita es de un preso chileno que sufrio a Pinochet, me gusta dar voz a las personas que se les encarcelo por decir y expresar lo que piensan.

Gracias.

P

Pilar Fri 19 Dec 2014 9:55AM

Luis, le ponemos música a algún poema corto y nos atrevemos?.... me apetece un monton! ya le llevo yo dando vueltas hace días.... al escuchar en la radio un buen grupo.
Un a reunión distendida, con buena poesía, música, algo de comer y beber y compañeros y amigos...
Lo echo de menos.

P

Pilar Fri 19 Dec 2014 9:56AM

Sería nuestra comida de empresa...

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