HIRIA, SECUESTRA EL IDEARIO DE PODEMOS.

Artículo interesante del Facebook de Dbai para su anális.

A seis meses de las elecciones generales, Podemos se presenta a las mismas en Euskadi con el 13,9% de los votos alcanzados en las últimas a Juntas Generales. Es decir por encima del PP (9,4%), muy a la par del PSE (13,8%), y lejos de EHBildu (22,7) y del PNV (33,8%). Pero en las generales no se vota como en las autonómicas o en las forales. El criterio predominante es de representar una alternativa a escala estatal, aunque no sea el único.

No tenemos datos estadísticos históricos en el caso de Podemos para las generales, pero conforme a la última encuesta del CIS, el PP sería la fuerza más votada con el 28%, seguida del PSOE (25%), Podemos (15,7%), y Ciudadanos (12%).

Las encuestas se equivocan, pero las tendencias, como norma, son fiables. Esto significa que lo que le viene sucediendo a Podemos a nivel estatal afectará, sin duda, a su realidad en Euskadi. Por lo tanto, Euskadi tendrá un paisaje político fragmentado, en el que el juego de mayorías siempre favorecerá a la fuerza más votada, en este caso el PNV.

Salvo que Podemos de un giro de timón serio recuperando su discurso inicial, y sobre todo generando nuevas expectativas mediante unos acuerdos estratégicos con otras fuerzas y movimientos, las perspectivas del cambio se alejan.

Más aún en Euskadi en donde no hay posibilidad de impulsar nada nuevo si no se logran amplias mayorías, solo posibles con la alianza de las fuerzas progresistas, sean o no nacionalistas.

Esto lo sabe el grupo de profesores agrupados en Hiria(1), que secuestran el derecho a la libre decisión de los afiliados de Podemos, y propagan la confusión y los desencuentros. En realidad su voluntad es desplazar al PSE para entablar acuerdos de gobernabilidad con el PNV, como alternativa de progreso.

Este grupo de Hiria se abandera de la transversalidad sin luchar por ella. Del cambio, pero guarda silencio ante el pacto austericida entre el PNV y el PSE, su continuidad presupuestaria, su plan anti reforma fiscal, y su negativa a superar la desigualdad, o a tomar medidas ante los desahucios y las arbitrariedades de la banca.

A Hiria se le ha olvidado la deuda, que es y será una losa los próximos años, y la regeneración democrática. No solo en referencia a la corrupción, sino a la división de poderes, el derecho a decidir el modelo de Estado y su forma, y a participar en un proceso constituyente en Euskadi.

Roberto Uriarte nos vende la idea de que Podemos ganará muchos votos en las elecciones generales. Lo que no nos dice es que no servirán para el cambio, porque para Hiria, a quien representa, el cambio será simplemente jugar a lo grande, como los partidos de la vieja usanza y con ellos. O es su creencia, porque en un juego así, solo el PNV puede beneficiarse.

Hiria nos ha robado la esperanza, y la democracia. No solo de palabra sino en sus hechos. Convertir los espacios del progreso en una lucha competitiva es una muestra más de que sus objetivos no son echar a la casta de las instituciones, sino negociar con ella.

Algunos intelectuales tienen la habilidad de prometer lo que no es. Lo hacen en nombre de la nueva política. Carecen de generosidad, y se olvidan que la indignación social nace del sufrimiento y del desencanto. Con gran facilidad se niegan a forjar alianzas con los que puedan ser diferentes, aunque sean imprescindibles para traer esperanza a nuestras gentes.

Esta es una batalla de largo recorrido, como vemos en Grecia, y este pueblo seguirá su camino.

(1) Hiria. Es la primera corriente que se creó antes de que se configuraran los organismos internos de Podemos. Formada por un grupo de profesores de Bilbao, presentaron su propio programa en Aranzazu, contrario al ideario de Podemos. Apoyado curiosamente por Monedero. Se ha opuesto siempre a la soberanía de los Círculos y a la participación de los afiliados, también a los encuentros. Ha defendido la creación de planchas en todos los procesos electorales, impidiendo la configuración de candidaturas unitarias y a las votaciones con presencia física de los inscritos. Se opuso al principio a la circunscripción única estatal para elegir candidatos a las generales, pero renunció a ello tras negociar apoyo a su propio grupo de candidatos al Senado, como vía de tener unos puestos.
Dbai.
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